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UN MES SIN TUS ABRAZOS
Te despedí en la estación,
con el corazón a cien por hora,
la respiración compungida,
y un temblor que me hundía.
Nuestras manos entrelazadas,
y lágrimas en las mejillas
que no eran más que súplicas
para que no me olvidaras.
El tren se puso en marcha
y nuestros cuerpos se separaron;
el repiqueteo sobre la vía
fue la tortura de la despedida.
El tren se alejaba…
y con el, lo que yo más quería.
¿Hasta cuándo aguantaré querida?
si mis noches contigo eran pura
melodía.
Los días se me harán eternos,
y las horas nocturnas frías;
las semanas serán de 30 días
y el mes un siglo de penuria…
Escríbeme pronto que acaricie
tus letras,
y con ellas me resigne en la
espera;
te llevas mi alma en la maleta
y yo me quedo sumido en mi pena.
San Juan 1 Julio 2020
Jesús Gandía Núñez
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