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2020 NAVIDAD ATÍPICA
Tras un año
difícil,
temeroso y
complejo,
no soy capaz de
pedir
ningún capricho
nuevo,
a estas Navidades
sombrías
Solo desear el fin
del COVID-19.
El enemigo que
torció nuestras vidas,
relegando el
cariño al destierro;
y alejándonos de
nuestra familia.
¡Que resuenen con
fuerza las campanas,
que los cánticos
Navideños
arremetan contra
“el enemigo",
que esta pesadilla
de contagios
se disipe como una
burbuja
y regrese el
placer de los abrazos!
Si no es así, será
una Navidad baldía,
una imposible rosa
en el desierto,
un desaire al amor
del grupo.
Yo abogo por que
la Navidad sea
la panacea que alivie
las lágrimas,
la luz que ilumine
a los científicos
a reactivar la
esperanza
y a restituir la
vida cotidiana.
Que la historia de
Belén se repita
y reparta la
felicidad y la armonía
a todos los
hogares de la Tierra.
Elda 7 Diciembre
2020
Jesús Gandía Núñez
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