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BAJO LA SOMBRA DE TU TIRANÍA
Nunca sabré quién tuvo la culpa
de mi envenenado enamoramiento,
no sé si fueron tus ojos de color azabache,
o al borde de la carcajada, tu alegre
sonrisa.
Tampoco podré saber por qué aún te quiero
cuando has llenado mi camino de despecho.
Estoy asido a tu sombra, esclavo de tus
deseos;
soy la marioneta que mueves a tu capricho.
¡Pero solo con sentir tu fragancia, te
sigo!
¡Vayas donde vayas! obediente como una
mascota.
Hasta cuándo resistiré tanta tiranía,
siempre pendiente de que salga de tus
labios...
una delicadeza, o una palabra bonita.
Miserable me siento de no ser nadie;
acabaste con la dignidad que tenía
y ahora, ya no puedo escapar
de este cepo que me atrapa
haciendo sangrar mi herida.
Acabaré abandonado en una esquina,
y machacado por el sol y las inclemencias;
quedarán mis lágrimas grabadas sobre un muro
como un grafito gigante... pidiendo a gritos
¡Por favor, que alguien me rescate!
Elda 1 Diciembre 2020
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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