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“KIKÍ”,
ENTRANDO AL PARQUE (Cuento poemado)
Iban,
un señor un poco raro,
y
un niño, de unos cinco años.
Probablemente
padre e hijo,
pero
tampoco lo tengo muy fijo.
Parecían
un señor mendigo
a
quien acompañaba su “pícaro”,
mirando
de reojo al loro,
que se pavoneaba, subido a su hombro.
Era
una conversación extraña,
entre
un adulto y un niño.
-¿Cómo
es, que otros pájaros,
no
se suben a mi hombro?
Y
el hombre le contestaba:
-Porque
éste es mi pájaro
y
sólo hace cuanto yo le pido.
-¿Y
ahora, dentro del parque,
vendrán
más pájaros a verme?
-Se
extrañarán seguramente,
pero
continuarán con su rutina,
en
busca de más comida.
-¿Y
porqué Kikí no la busca?
-Porque
sabe que siendo sumiso,
todos
los días la tiene segura.
Y
en un completo silencio, pero
acaparando
todas las miradas,
entraron
al parque, admirados,
como
si de artistas se tratara:
el
Señor raro, el loro y el aprendiz de “pícaro”.
MMoraleja: Si no quieres
ser esclavo, no te acostumbres a la comida puesta.
Elda
26 abril 2022 – Jesús Gandía Núñez
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