No hay mayor cuadro cambiante
que el que dibujan las nubes a cada instante.
Ellas hacen, deshacen
y forman un sinfín de imágenes.
y forman un sinfín de imágenes.
Ellas se disipan
y desaparecen a veces,
pero también son bienhechoras
porque nos aportan el agua que tanto necesitamos.
y desaparecen a veces,
pero también son bienhechoras
porque nos aportan el agua que tanto necesitamos.
Nos protegen de los rayos solares
y nos ofrecen
hermosas figuras lenticulares,
o algodones superficiales.
y nos ofrecen
hermosas figuras lenticulares,
o algodones superficiales.
Nubes frágiles como el pétalo de la rosa,
nubes bellas
con el aspecto de una diosa.
nubes bellas
con el aspecto de una diosa.
Si el lienzo azul del cielo
se convierte en museo de arte,
es gracias al continuo,
trajinar nuboso
de la brisa que las mueve.
se convierte en museo de arte,
es gracias al continuo,
trajinar nuboso
de la brisa que las mueve.
Y si las observamos
con detenimiento,
no encontraremos
mago, que cambie
su aspecto más rápidamente.
con detenimiento,
no encontraremos
mago, que cambie
su aspecto más rápidamente.
Elda 7 de septiembre fe 2018
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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