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EN LA CONDUCCIÓN
SE VE LA CORTESÍA
La desesperación
y la falta de respeto
son en la
circulación los protagonistas.
Es la forma de
conocer cómo actúan
y hasta donde
llegan su educación y su prudencia.
Solo hay que
seguir un rato al conductor,
para saber que
carece de la mínima cortesía
y circula por la
vida arrollando lo que pilla
sin rigor, solo
pensando en su persona.
No hace falta
psicoanalista, ni test para deducir
que aquel que no
utiliza los intermitentes
se cree el amo y
señor de la carretera
y los demás han
de adivinar hacia dónde gira.
Otros llevan a
rajatabla sus prioridades
sin tener en
cuenta si es un abuelo el que cruza
o creyendo que
teniendo él la derecha
puede circular a
la velocidad que le parezca.
También se
observa rápidamente la cortesía,
cuando alguien
aguarda paciente en un cruce
y no le permite
nadie incorporarse a la vía
y si lo intenta
llega el descortés que le pita.
Héroes y
víctimas, se ven en la carretera,
unos como
verdaderos Dioses que atropellan
y otros simples
mortales que se resignan
ante el ímpetu
arrollador de los imperialistas.
Elda 10 Agosto
2020
Jesús Gandía
Núñez
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