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UN RAYO DE LUZ
Una pequeña
ráfaga de aire fresco
se coló por mi
sombría ventana;
fue como un canto
de sirenas,
como un concierto
de buena mañana.
Ésa ráfaga de
aire tan deseado
me impregnó de
sutil esperanza,
no estoy
convencido de si es cierto
o solo un sueño
pasajero.
Quizás fue tanto
mi empuje y mi deseo
que se rompieron
del dolor las cadenas,
y resurgió como
el Ave Fénix
el pájaro libre
que llevo dentro.
No quiero repicar
campanas,
como tampoco las
repiqué de muerto,
pero daré gracias
con prudencia
por esta brisa
que revoluciona mi cuerpo.
Tampoco sé hasta
donde llegará la mejoría,
pero una vez he
salido de mi encierro
volaré hasta que
las alas resistan,
intentando
recuperar el tiempo perdido.
Mi agradecimiento
es tan infinito
por los ánimos y
fuerza que me habéis remitido,
que nunca
conseguiré saldar mi deuda.
Solo os puedo
decir a todos que os quiero
San Juan 11
Agosto 2020
Jesús Gandía
Núñez
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