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LA TIERRA CONDENADA
Bramó con furia el viento,
las nubes se ennegrecieron
se escucharon fuertes sirenas,
corrieron alocados los animales
y vagaron las personas
desorientadas y asustadas por el asfalto.
Seguramente “Alguien" se cansó de nosotros,
de la insensatez de los humanos,
del maltrato a la naturaleza,
de tanto incendio intencionado,
y creyó conveniente
con un escarmiento “borrarnos”.
Después, solo un espantoso silencio,
y un humo polvoriento;
por todas partes quedaron
lágrimas de arrepentimiento
y una tierra arrasada para el resto
donde ya no crecerá ni el esparto.
Nos convertiremos
en otro planeta deshabitado,
de los muchos que nos rondan
por nuestra ineptitud y arrogancia,
por desobedecer las leyes de la naturaleza.
San Juan 5 Septiembre 2020
Jesús Gandía Núñez
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