FINIQITADO MI CONTRATO INTERNO

 1815

FINIQUITADO MI CONTRATO INTERNO

 

Como las hojas del árbol, en otoño,

van cayendo veloces los años,

dejando al cuerpo torpe y desvalido,

y a sus articulaciones comprometidas.

No es que sea pesimista, sino realista.

Asumo, el poco tiempo que me queda,

y he de aprovecharlo con sabiduría,

sin perder ni un segundo en tonterías.

Así que a partir de esta noche, tras las uvas,

daré por finiquitado estos tres años

dedicados a escribir un poema al día

y solo lo haré cuando me apetezca.

No quiero hacerme el pesado

con los amigos de las redes,

que tienen a bien seguirme a diario,

escribiré con parsimonia y sin prisa.

Me basaré tan solo en emociones,

en sensaciones que me ocurran,

en momentos de magia inolvidables

y en lo que me plazca… sin obligación alguna.

 

Elda 31 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

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MAÑANA, MI BRINDIS SERÁ, PARA LOS NIÑOS Y LOS JÓVENES

 

1814

MAÑANA, MI BRINDIS SERÁ, PARA NIÑOS Y JÓVENES

 

Comenzó este año, veloz y con esperanza

y descabalga silencioso y resentido,

sin saber que ocurrirá en el futuro,

y las mismas dudas que traía en su mochila.

Pero hay que seguir luchando,

contra las nuevas olas, contra el viento,

contra los errores cometidos

y contra los abrazos perdidos.

Las nuevas generaciones empujan con ímpetu,

pues, a pesar de todas las restricciones,

y la indiscutible merma en sus diversiones,

han sido capaces de salir adelante.

Mañana mi brindis será por ellos,

por esos jóvenes y niños reducidos al encierro,

a soportar unas medidas protectoras,

difíciles de cumplir, para su edad y sus actividades.

Chin, chin, por los jóvenes y los niños

por un futuro libre de mordazas,

por la vuelta a la normalidad y a los besos,

a rozarnos, a tocarnos y a querernos…

 

 

Elda 30 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

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EL ATREVIMIENTO DE UNA ESTRELLA

1813

EL ATREVIMIENTO DE UNA ESTRELLA

 

Se perdió una estrella fugaz,

en una noche espléndida,

vagó durante miles de años,

por el firmamento y sus planetas

buscando donde recalar

su brillante estela.

Divisó el planeta Tierra

y se enamoró de su azul cobalto,

quiso anclarse sobre ella,

pero percibió la ambición y las guerras

y regresó de nuevo al Universo

defraudada de esta vida nuestra.

Ahora, en compañía de sus hermanas,

se siente más que satisfecha,

porque allá arriba, todo es paz

y ninguna se siente pequeña,

todas lucen con su luz propia,

y llegan hasta donde llegan

sin disputas ni discordias.

 

Elda 29 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

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ME ES IMPRESCINDIBLE

 1812

ME ES IMPRESCINDIBLE

 

Puedo andar descalzo y sin miedo,

sobre piedras de inocencia,

puedo rozar con mis dedos el cielo

o acariciar las mejillas de mi nieta,

cada mañana cuando despierta.

Pero lo que no puedo es vivir sin ella,

sin tenerla así de cerca,

sin que me cuente sus pesadillas

y nos demos los buenos días.

Puedo soñar que toco la luna,

que es la luz que me ilumina,

que sus manos son pura ternura,

que me convierto en ave de plumas.

Pero necesito hacerme invisible,

convertirme en virtual materia

y cada vez que me falte su presencia

apretar un botón y volar hasta su vera.

 

Elda 28 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

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ESCUCHEMOS EL VIENTO

1811

 

ESCUCHEMOS EL VIENTO

 

El viento siempre arrastra:

delicadas plumas de pájaro,

ciertas partículas de arena.

briznas de un nido cercano,

hojas que cayeron del árbol,

nubes que proporcionan lluvia,

ecos de tristes lamentos lejanos,

y hasta restos de enfados.

Por eso al viento hay que escucharlo,

siempre lleva algo entre manos:

nos comunica noticias nuevas,

tragedias que ocurrieron,

tormentas que le acompañan,

brisas que acarician el alma,

canciones que cantan a coro

los ruiseñores con su magia.

Nunca subestiméis al viento...

porque cuando se enfurece,

pueblos enteros arrasa

y deja a sus pobladores sin casa.

 

Elda 27 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

 

 

 

 

 

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TRAS LA RESACA NAVIDEÑA

 

1810

TRAS LA RESACA NAVIDEÑA

 

Parece que el campo esté desierto,

estamos en días de frío y viento,

soledad y humedad en el suelo,

de una niebla que mojó la arboleda.

Pasó la Navidad deseada y temida,

por la incertidumbre que amenazaba;

ahora, a pensar en el próximo año,

como si fuera el ángel de la guarda.

Pero ya estamos escarmentados,

porque el año anterior, pensamos lo mismo,

que al iniciar el año nuevo

se acabarían nuestros problemas

y seguimos sumidos en el lodo de la pandemia.

Días para nuevas ideas y reflexiones,

para reiniciar proyectos inacabados,

y corregir posibles errores.

También para recordar a los que nos faltan,

ayudar a los pueblos necesitados

y reconciliar a familias enfadadas.

 

Elda 26 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

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UNA DELICADA LOCOMOTORA

 

1809

UNA DELICADA LOCOMOTORA

 

Ni más ni menos, así es el matrimonio,

una maraña de diversas teclas

que hay que ir ajustando con los años.

No se debe apretar más una que la otra,

porque la velocidad se acelera

y los sentimientos se disparan.

Hay que ir tanteando las emociones,

olvidándose de egos y personalismos,

porque ahora se compone de dos el quipo,

pero pronto arrastrará más vagones.

Hay que intentar, que nadie interfiera,

y que no contamine las relaciones,

sembrando discordias y mentiras.

Pero la base de esta sublime unión

y el secreto de una relación estable,

siempre será la confianza mutua,

sin ella es imposible que sea duradera

y se verá abocada a un fracaso inevitable.

Hoy celebramos nuestro aniversario,

cuarenta y nueve años de convivencia

como es natural con altibajos,

pero siempre regulados con conocimiento,

respeto y una dosis de cariño inmenso.

 

Elda 25 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

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LA NAVIDAD NO ES LO MISMO PARA TODOS (Cuento)

 

1808

LA NAVIDAD NO ES LO MISMO PARA TODOS (Cuento)                            

Hay muchas familias que viven en precario, como la de nuestro protagonista.

Raúl, con sus siete años a cuestas, era huérfano de madre, desde que tenía tres, y junto con su padre y su hermanita Gloria dos años más pequeña que él vivían en un barrio pobre de las afueras de la gran ciudad.

El padre marchaba a trabajar a las siete de la mañana, tenía una hora de camino y era el niño el que se tenía que encargar todos los días de su hermana. Le hacía el desayuno, la acompañaba al colegio y la recogía. Al medio día, calentaba lo que su padre había cocinado la noche anterior y ambos comían. Y sin más alegrías así de monótonos pasaban los días y los meses.

Pero hoy era noche Buena y Raúl quiso compensar a su padre por todos los desvelos que tenía por ellos. Había visto como en alguna esquina, cerca del colegio, un mendigo harapiento, pedía a los padres que llevaban a los niños al cole, su voluntad. Así que ese día al salir de clase, con su hermana, se sentaron en la esquina de la parroquia y con una pequeña caja que pudo coger de un contenedor de cartón, se pasaron un par de horas pidiendo a todas las personas que pasaban.

No tuvieron mucha suerte, pero cuando ya desesperado Raúl de ver la poca voluntad de los paseantes, estaba a punto de claudicar, llegó una señora de la casa de enfrente, que los había estado observando y preguntó a Raúl - ¿Por qué pedís? El niño, muy avergonzado le contestó – Queríamos comprarle a mi padre una bicicleta para que no tuviera que caminar tanta distancia para ir a trabajar todos los días. La señora le dijo – Mi marido falleció el año pasado y también usaba la bicicleta para ir al trabajo, yo no dispongo de dinero para daros, pero sí que os puedo regalar la bicicleta para vuestro padre.

Los ojos de Raúl se llenaron de lágrimas y se abrazó a la señora, la acompañaron a su casa y Raúl, todo orgulloso, cogió la bici, como pudo, por el manillar con una mano y con la otra a Gloria, hasta que llegaron a su casa.

Aquella noche cuando su padre terminó la jornada, ambos niños lo esperaban tras la puerta con las luces apagadas, y el padre extrañado, entró, y se llevó una gran sorpresa por el abrazo entusiasmado de sus hijos, ofreciéndole la bicicleta.

Cuando Raúl le contó toda la historia a su padre, éste se ofreció a darle las gracias a la señora, y ese encuentro no terminó ahí, sino que hicieron una gran amistad y congeniaron tanto que la mujer dejó de ser viuda y los niños huérfanos.

Y es que la magia de la  Navidad es capaz de conseguir la felicidad, a veces, con solo desearla.

 

Elda 24 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

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PRIMERA DE RODRI A CAMARA

1807

 

PRIMERA DE RODRI A CAMARA

 

Hoy víspera de nochebuena,

ha amanecido un día triste,

sin sol y con malas noticias de la pandemia,

pero a mal tiempo buena cara,

y hemos dado la vuelta a Camara.

Al pequeño Rodrigo Jr,

en su primera subida a esta cumbre,

le han llamado la atención el Arco de Baradá,

y la cueva de pinturas prehistóricas

llamado “Abrigo de la sangre”,

pero cuando más ha abierto los ojos,

ha sido en la cumbre, junto al punto geodésico

y ha podido disfrutar de tan bello paisaje,

dejando en la libreta de recuerdos, su mensaje.

El descenso ha sido muy ameno,

comentando con Rodri, las plantas más comunes

y las recientes huellas, que esta madrugada,

dejaron un grupo de jabalís a lo largo del sendero.

También ha aprendido lo que es la procesionaria,

pues los pinos de Camara, debido a la sequía,

andan atacados por telillas de orugas,

que darán la estampida en llegar la primavera.

En fin, una preparación adecuada

para disfrutar de la noche Buena, mañana,

con turrones, billancicos y castañuelas.

 

Elda 23 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

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ROSTROS IRRECONOCIBLES

 1807

ROSTROS IRRECONOCIBLES

 

Desde que apareció esta historia del virus,

nos hemos convertidos en invisibles,

apenas nos vemos, ni nos visitamos.

En las calles es difícil conocernos,

entre que, caminamos huyendo

del que viene de frente, o detrás nuestro,

las gafas siempre empañadas,

y el rostro cubierto,

es casi imposible que nos encontremos.

Así que camino, viendo los pájaros en los arbolitos,

grupos de palomas sobre las cornisas,

gatos que se me cruzan a toda prisa,

y algún que otro excremento que casi piso,

que lo dejó “olvidado” algún dueño de mascota.

Suelo caminar por paseos solitarios,

por lugares de poco tránsito,

casi siempre por las afueras,

y acabaré olvidando, hasta a los ciudadanos.

 

Elda 22 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

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LA TORTURA DE MI MENTE

 

1806

 LA TORTURA DE MI MENTE

 

“Paseo entre árboles y cielo,

los árboles siguen fijos al suelo,

mi mente discurre sin consuelo

desde los cerros, hasta la estratosfera,

atropellando historias y recuerdos,

sintonizando complacida con mis sueños.

Una extraña amapola amarilla,

suscita en mi interior,

una admiración infinita,

la creo única y primorosa,

y mensajera de buenos deseos.

En su atalaya, las palomas emprenden vuelo,

pero no me turba el eco de su aleteo,

yo sigo abducido por el cielo,

y mientras no se detenga el tiempo,

mi mente acabará torturada por los sueños”.

 

Elda 21 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

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COMO EL TURRÓN

 1805

COMO EL TURRÓN

 

La sombra de las dudas

sobrevuela de nuevo sobre nuestras cabezas,

igual que el turrón de Jijona,

regresan por Navidad los contagios.

Cada día la lista es más larga,

se añaden más nombres famosos,

también el chico del carrito de la esquina

y el vecino de enfrente de casa.

Celebraciones familiares en el aire,

reuniones y fiestas que se autorizan,

y si no se toman las medidas necesarias,

pronto estaremos como los países vecinos.

Parecía que todo estaba controlado

y en menos de quince días

la situación ha cambiado de signo,

¡Estamos, peor que el año pasado!.

Dicen que la gravedad no es la misma,

que con las vacunas estamos más protegidos

pero se siguen barajando cifras de fallecidos

y eso es lo que atemoriza, porque es el resultado

de la dejadez a que hemos llegado.

 

Elda 20 Diciembre 2021

Jesús Gandía Núñez

 

 

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UNA HUCHA EN EL CEMENTERIO

 

1804

En aqueste enterramiento

humilde, pobre y mezquino,

yace envuelto en oro fino,

un hombre rico avariento.

   Francisco de Quevedo

UNA HUCHA EN EL CEMENTERIO

 

Érase un cementerio de mísero aspecto,

donde aquel tacaño quiso que fuera su entierro,

no porque deseara pasar desapercibido,

ni para que no lo hallaran sus acreedores,

sino porque en el fuera más barato.

Cuando vio que la vida se le iba,

contó con mesura billetes y monedas

y una vez satisfecho, de su abultado tesoro,

dio instrucciones a su familia:

“Quería caja fuerte, en lugar de sepultura,

y por toda vestimenta los billetes y las monedas”.

La familia se echó las manos a la cabeza,

pensando que aquello era una locura,

pero tanto insistió el finado, ante el notario,

que encargaron a un herrero el escandaloso trabajo,

y éste lo acepto de buen agrado.

Lo más curioso es que el finado puso en el testamento una coletilla,

y fue, que tuviera la caja fuerte una estrecha ranura,

pues él no quería flores ni coronas,

sino, que todos pudieran homenajearlo con monedas,

para que el ruido cuando cayeran, le supiera a gloria bendita.

Elda 19 Diciembre 2021-Jesús Gandía Núñez

 

 

 

 

 

 

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