1810
TRAS
LA RESACA NAVIDEÑA
Parece
que el campo esté desierto,
estamos
en días de frío y viento,
soledad
y humedad en el suelo,
de
una niebla que mojó la arboleda.
Pasó
la Navidad deseada y temida,
por
la incertidumbre que amenazaba;
ahora, a pensar en el próximo año,
como
si fuera el ángel de la guarda.
Pero
ya estamos escarmentados,
porque
el año anterior, pensamos lo mismo,
que
al iniciar el año nuevo
se
acabarían nuestros problemas
y
seguimos sumidos en el lodo de la pandemia.
Días
para nuevas ideas y reflexiones,
para
reiniciar proyectos inacabados,
y
corregir posibles errores.
También
para recordar a los que nos faltan,
ayudar a los pueblos necesitados
y reconciliar a familias enfadadas.
Elda
26 Diciembre 2021
Jesús
Gandía Núñez
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