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LAS
SECUELAS
Son
insufribles la falta de abrazos,
de
visitas y besos a la familia,
y
las reuniones con las amistades.
Es
inevitable vivir compungidos,
sumidos
en una nube negra
que
amenaza descargar tormenta.
Solo
existen dos ventanas abiertas
de
donde nos llega el aire fresco,
se
trata del ordenador y del móvil,
y
aunque sea de forma pasiva,
cada
día recibimos las noticias.
Es
inverosímil que el cuerpo resista
tan
alta presión de normativas,
ni
tanto tiempo de libertad reducida.
Ya
veremos hasta donde llegan
las
consecuencias del aprendizaje
que
padecerán niños en las escuelas,
adultos
en su comunicación diaria,
y
adolescentes de generación perdida,
que
por represión de reuniones festivas
se
convertirán en jóvenes sin alegría.
Elda
17 Febrero 2021
Jesús
Gandía Núñez
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