MENOS BOSQUE Y MÁS DESIERTO

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MENOS BOSQUE Y MAS DESIERTO

 

Cuando se acabe el último árbol,

cuando la tierra esté descarnada

y los montes secos y requemados,

no habrá lugar donde refugiarnos.

Se agrietarán las lomas de las montañas,

perderán la base donde estaban asentadas

y serán arrastradas por las torrenteras

produciendo enormes tragedias.

Todavía estamos a tiempo

de darle a este desastre la vuelta,

pero tenemos que concienciarnos

que hay que tomar decisiones rápidas.

Propongo que cada habitante del Planeta

ponga su pequeño granito de arena

y plante como mínimo un árbol,

para paliar el desastre que nos amenaza.

De no ser así, pronto seremos arena.

 

Elda 15 mayo 2022

Jesús Gandía Núñez

 

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