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IMPRESCINDIBLE
LA VISITA
Mañana
primaveral por el Xorret de Catí,
el
Valle más alto de la provincia de Alicante;
me
encuentro sobre un pequeño cerro,
exuberante
de verdor y cubierto de flores,
para
admirar la belleza del entorno.
Todos
las peñas brillan,
porque
están rezumando agua,
húmedo
el matorral que piso
por
el rocío de la madrugada
y
un sol espléndido que recorta las montañas.
Al
Oeste la singular crestería del Fraile,
dominando
todo el Valle,
y
por la que en tantas ocasiones
“cabalgué”
sobre sus roquedos;
al
Norte el collado del Portell,
bajo
la mirada atenta del Despeñador;
al
Este el Alt del Guisop,
con
su frondoso bosque de carrasca;
y
la gran muralla del Cid al Sur
tapada
por los montes que circunda Rabosa.
Pero,
bajo este pequeño montículo donde me he subido,
se
sitúa la joya de la corona,
en
su momento más álgido, y engalanado
con
su vestido inmaculado de los días de fiesta,
deslumbra
a todos los vecinos y extraños que lo visitan.
Es
el más hermoso ejemplar de castaño de Indias,
sin
igual, en muchos kilómetros a la redonda:
donde
pulula un enorme enjambre de abejas
que
aprovechan para polinizar sus flores,
unidas
al ruidoso murmullo de alas,
que
ejercitan, para tan encomiable tarea.
Elda
2 mayo 2022
Jesús
Gandía Núñez
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