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QUE
NADA NOS DETENGA
Tengo
en mi cabeza un enorme lío,
se
me amontonan montañas y ríos,
ellas
se encaminan imperturbables al cielo
y
ellos discurren por todo mi cuerpo.
Son
montañas de nieves eternas,
de
lagos azules y bosques de abetos,
con
unos perfiles de vértigo,
que
con solo mirarlas me encandilan.
Los
ríos surcan con energía por mis venas,
dándome
la necesaria bravura y fuerza
para
poder defender las montañas y su belleza,
de
los poderes fácticos que las atropellan.
Seguramente
mi empeño no será suficiente;
y
desde aquí apelo a los naturalistas,
amantes
de los recursos primarios,
para
que estén atentos a las malas prácticas.
Individualmente
estamos perdidos,
pero
si aunamos las montañas y los ríos,
que
muchos, tenemos por la montera,
conseguiremos
vencer en la lucha contra la desidia.
Elda
29 mayo 2022
Jesús
Gandía Núñez
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