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SU PRIMER VUELO (Cuento-poema)
(Dijo Jean-Paul Sartre “Mi libertad se termina dónde
empieza la de los demás”
Fernando
acababa de cumplir cinco añitos,
y
una tarde en casa de su amiga Laya,
se
quedó encaprichado de los pajaritos
que
tenía en una preciosa jaula amarilla.
A
partir de aquel día insistió a sus papás
para
que le compraran dos pajaritos,
pues
él se encargaría de limpiar la jaula
y
ponerles a diario el agua y la comida.
Tanto
rogó el niño, que consiguió su objetivo
y
llegó a su casa con una jaula y los pajaritos;
al
azul le puso de nombre Tino
y
al amarillo lo llamó Pito.
Seguramente,
por el cambio de ubicación,
Pito,
el pájaro amarillo, tan solo duró seis días
y
Fernando cuando lo vio tieso y patas arriba
lo
sintió mucho e incluso lloró con amargura.
Como
Tino parecía también triste y no cantaba,
su
mamá le compró otro pajarito, para que tuviera compañía,
a
éste, el niño le puso de nombre Cielo,
creyendo
que desde allá arriba los protegerían.
Pero
a los dos días estaba Tino alicaído
y
cuando Fernando vio que también lo perdería,
escuchó
atento las palabras de su padre, que le decía:
-
“los pajaritos solo son felices en libertad”-.
Sin
pensárselo más, el niño abrió la jaula
y
tanto Cielo, como Tino, éste renqueando,
emprendieron
un feliz viaje a lo desconocido.
Y
el niño aprendió, con gesto muy emocionado,
lo
hermosa que es para todos la libertad.
Elda
17 mayo 2022-Jesús Gandía Núñez
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