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INSISTO
Seguimos
agradecidos a la naturaleza,
por lo mucho que
ofrece y lo poco que exige;
amparados en el
color verde,
y en barquichuela
de tierra,
dirigimos la
mirada a la montaña
y siempre nos
impresiona
alguna arista quebrada,
que nos conduciría
directa a la cima.
Todo en el monte
es belleza,
desde las nubes
que lo coronan,
hasta la intensa
arboleda,
que le sirve de
refugio a la fauna.
Tan solo debemos
tener en cuenta,
que no se note
nuestra presencia,
y que el medio no
se altere,
para que su magia
no se pierda.
Debemos educar a
los jóvenes,
en los beneficios
de la naturaleza,
y lo que nos puede
reportar
si somos amables
con ella.
Elda 9 julio 2022
Jesús Gandía Núñez
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