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INTIMIDADES
EN EL BOSQUE
Veo
al mirlo que persigue a su pareja
¡No
andará muy lejos el nido!,
ella
se dirige decidida a la copa de un pino,
desde
allá arriba se beneficiará de la brisa.
El
macho no se perderá ningún detalle
del
canto único y armonioso de la hembra,
la
seguirá en la libertad de su veloz vuelo,
y
ambos se aparearán con discreta impaciencia.
Ahora
me apetece abrazar un gran olmo,
en
el que están marcadas unas letras: ”Toni y Leo”,
¿Qué
historia ocurriría tras escribirlas?,
posiblemente
nació un amor intenso.
Abrazado
al árbol, siento que mi corazón palpita,
junto
a la savia que corre desde las raíces hasta la copa;
es
una sensación nueva, que casi me convierte en planta,
y
como un vegetal más, me integra en el corazón del bosque.
Elda
10 julio 2022
Jesús
Gandía Núñez
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