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LA JUSTICIA, UNA LOCURA
Los secuaces de las bandas marginales,
son jóvenes seducidos por quienes las lideran,
que los obligan a cometer barbaridades,
para tener derecho a ingresar en sus filas.
Rompen en la noche la convivencia;
disparan con rapidez la violencia,
se saltan todas las normativas
y cometen atroces fechorías.
La justicia es demasiado benévola,
con los que detienen,
pues, en pocas horas los liberan
y siguen siendo azuzados por sus jefes,
para conseguir ser válidos a la panda.
Lo mismo ocurre con los okupas:
mafias que controlan, un sinfín de viviendas,
que cuando el propietario vuelve de viaje,
se encuentra en la calle y sin casa.
De momento tendrá que buscar hospedaje,
abogado, y desayunar gusanos,
en espera de que salga el juicio
en más o menos tres años.
Deberá seguir pagando
hipoteca, el Ibi, el gas y el agua
y comer sapos cada día,
hasta que el Sr. Juez dicte sentencia
y pueda regresar a su vivienda
que la encontrará, completamente arrasada.
Estos son algunos de los logros,
que han conseguido nuestros políticos.
La policía con las manos atadas,
por leyes que machacan a las víctimas,
y mientras…, los delincuentes, campan a sus
anchas.
San Juan 18 julio 2022
Jesús Gandía Núñez
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