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GRACIAS A LA LLUVIA
Las encinas se doblan por el
peso;
las bellotas agradecidas por la
lluvia
despuntan enormes y hermosas.
Los madroñeros, colorean el monte
generando exquisitos madroños,
orgullosos de su fruto rojo.
orgullosos de su fruto rojo.
Las setas abundan en lugares
insólitos,
donde la humedad del musgo
y el carrascal crean su
microcosmos.
Una vez más, debemos dar las
gracias
a que cayeran generosas aguas,
que le dieron vida a nuestras
montañas.
Elda 6 Noviembre 2019
Jesús Gandía Núñez
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