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REVUELTAS
Corta, el frío viento, los
lamentos
que se suceden en Sudamérica.
Donde se cometen continuos
atropellos,
sin que las conciencias se
enciendan,
ni se les ponga urgente
remedio.
Bolivia, Chile y Venezuela son
algunos
de los que lo están padeciendo.
Miseria y pobreza sucumben bajo
el poder
de intereses económicos que los
asfixian.
La explotación de
multinacionales
y de intereses políticos es
lamentable;
socaban hasta el infinito su
materia prima
sin consideración por el bien
del indígena.
Muertos y detenidos son el
índice del conflicto,
pero al final son simples
números que se olvidan,
y meros sufrimientos de
numerosas familias,
estadísticas… que jamás tendrán
justicia.
Qué grave es el terror de las
masas
y cuántos delitos se cometen, a
su sombra,
por delincuentes que se
aprovechan
del desorden de las
manifestaciones.
Cómo nos convertimos en
salvajes,
en pro de nuestros ideales,
sin considerar lo que dañamos a
los inocentes.
Elda 14 Noviembre 2019
Jesús Gandía Núñez
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