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lunes, 30 de diciembre de 2019

LA FANFARRONADA




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LA FANFARRONADA

Una bandada de palomas callejeras,
aterrizan en la explanada del mercado;
picotean los restos que se encuentran,
mientras dos se suben a una azotea
distantes de las otras, se dan un pico,
y se miman ajenas y apasionadas.
Cruzan la plaza una madre y su hijo
él lleva de una mano un carro de la compra
y con la otra estira de la anciana.
Las palomas se dispersan picoteando
y la pareja sigue enamorada en la azotea.
Corretean niños y niñas tras la pelota,
cosa inaudita durante mi infancia,
y un abuelo con muletas les regaña,
advirtiéndoles que paren mientras pasa.
Llega un jovenzuelo con moto nueva,
y acelera dando caballitos y piruetas,
los peques asustados cogen la pelota
y se apartan a toda prisa tras una farola.
Las palomas huyen en desbandada
y se les une la pareja enamorada.
El motero se siente admirado
y sigue con sus acrobacias;
hasta que se le acerca el padre de un niño
para darle una buena reprimenda.
Sale el motero soltando palabrotas
con la moto a cien por hora;
pero al hacer un quiebro, patina
y da con los huesos sobre la baldosa.
Acuden a socorrerlo, el hijo de la anciana,
el padre del pequeño y un señor muy serio
que había asistido a la fanfarronada.
Levantan al joven, quien se lamenta
del estropicio de la moto recién estrenada,
y aunque por vergüenza no le brotan lágrimas
marcha cojeando y con la moto destrozada.
Las palomas sobrevuelan al muchacho
testigos mudos de la chulería y su fracaso.
Los jóvenes llevan la ingenuidad con descaro
pensando que todo lo controlan… hasta que se dan el porrazo.

Elda 30 Diciembre 2019
Jesús Gandía Núñez


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