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MI
AMOR NO CADUCA
Espontánea
como la luz del Alba
ágil
y libre como el águila,
transparente
como el agua
luminosa
como una gran galaxia.
Así
era la niña de mis ojos,
que
me hizo apreciar la belleza
que
en su interior hervía
como
un volcán de lava
y
me dio el amor que yo necesitaba.
Exquisita,
tierna y delicada,
me
integró de lleno en su vida;
y
no fue amor de una noche
pues
durará mientras exista.
Le
debo la felicidad eterna,
una
existencia de cariño completa,
a
aquella niña que me regaló el destino
una
clara noche de luna llena.
Me
entregué por completo
sin
un ruego, sin ninguna queja;
sabiendo
que nada nos separaría,
y
nunca fui capaz de vivir sin ella.
Vallirana
30 Noviembre 2019
Jesús
Gandía Núñez
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