1705
CENIZAS Y LLANTO
Estalló el fuego
nocturno,
y los cielos se
pintaron de rojo;
los ciudadanos
sintieron pánico
y las llamas
brillaban
por todo el contorno.
Chalets de lujo y
casas de campo que
arden como una tea
junto a granjas,
jardines y mezcolanza,
mujeres gritando
y hombres con
caras muy pálidas
Se complica el
siniestro
y avanza
descontrolado,
por las laderas en
llamas,
los barrancos
llorando,
porque el fuego
devora
el bosque que los
tenía enamorados.
Llegan los
socorros
y luchan contra el
espanto
¡Es imposible
apagarlo!
¡hay que evacuar a
la gente!
Y la confusión
hace mella
cuando el viento
cambia de rumbo
y un bombero se
queda
aislado en medio
de aquel infierno.
Abatidos por su
pérdida
el resto de
emergencias
toman las
precauciones debidas;
mientras el fuego,
alentado
por el favorable
viento
se extiende por
toda la sierra
Paisaje de
cenizas, leños ardiendo
y llamaradas
horrorosas
que se hacen con
el terreno.
Y mientras, los
obscenos incendiarios,
conseguido su
empeño,
se frotan las
manos
por aquel desierto
que han dejado.
Elda 12 Septiembre
2021
Jesús Gandía Núñez
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