1720
NOCHE
CONTANDO OVEJITAS
Me
levanto malhumorado y enrabietado,
tras
una noche, por el enemigo acosado;
de
nuevo un lepidóptero infiltrado
sanguinario
y sin escrúpulo alguno.
Pero
que ya no volverá a volar alto
porque
con sus alas, que tanto detesto,
por
el ensordecedor murmullo que arman,
me
he confeccionado un pasa-páginas.
No
he necesitado de sprais ni baritas mágicas,
le
he tendido una malvada trampa
en
la que por su escaso celebro ha caído
y
al fin, en un trapo, dejé fijada su estampa.
No
merecía el condenado mejor juicio,
porque
os podéis imaginar lo que supone
para
un cuerpo tan grande y experimentado
verse humillado por tan ruin delincuente.
Elda
26 Septiembre 2021
Jesús
Gandía Núñez
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