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DELINCUENTES
Cuando
las sombras se alargan,
y
se apoderan de las calles,
comienza
una rutina diaria
y
se pone a trabajar la mafia.
Calculan,
inventan, resuelven
y
buscan la víctima propicia
para
asestar la estacada.
Esta
intriga, a todos nos incumbe,
porque
no se escapa nadie
de
sus hirientes zarpas
de
hiena malvada.
Nos
creemos inmunes
porque
no nos tocó un delincuente,
sin
embargo podemos sufrirlos
en
cualquier esquina.
Aprovechan
la nocturnidad
para
llevar a cabo sus disparates,
y
en cuanto bajamos la guardia
caemos
en su tela de araña.
Se
acabó la ingenuidad innata,
la
confianza mutua,
el
creer en la gente
porque
la hipocresía las disfraza.
Elda
14 Septiembre 2021
Jesús
Gandía Núñez
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