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EL
HECHIZO DE LAS MONTAÑAS
Como
islas perdidas
en
medio de un inmenso océano
andan
mis montañas queridas.
Yo
echándolas de menos,
ellas
con los novios nuevos
que
las pretenden.
Yo
viviendo de recuerdos
ellas
devorando sueños
de
aquellos que las desean.
Cuando
doy un repaso,
a
los riesgos corridos,
son
tan bastos, que me espantan.
¿Serán
las montañas un amor
tan
apasionado e intenso
que
nos lleve a la locura?
Pues
posiblemente…
Como
a cualquier enamorado
que
sufra la ausencia de su amada.
Pero
si no fuera por el magnetismo
y
la hechicera estampa
con
la que nos embrujan las montañas,
probablemente…
dejarían
de tener sentido,
los sueños que nos inducen a hollarlas.
Elda
19 Septiembre 2021
Jesús
Gandía Núñez
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