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“TRINITANDO”
Ayer olía a hinojo y a tomillo,
a romero y resina de pino;
se escuchaba el canto de pajarillos
y algún conejo adulto se atrevía
a salir de su madriguera.
¡No era un día cualquiera!,
era viernes y la olor a naturaleza
me transforma y me enerva,
como a un globo la estratosfera.
Mi paseo semanal por el Trinitario,
aunque ya no es tan audaz como lo era,
le da mucho ánimo a las piernas
y también saca a flote mis carencias.
Así que, persistiré entrenando y dando vueltas
hasta conseguir que mi sombra no se asuste,
al ver que mi respiración se altera
y remitan por fin, mis interminables torturas.
Elda 18 Septiembre 2021
Jesús Gandía Núñez
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