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A pesar de ser
un sueño, fue bonito
Estaba jugando al tenis;
una gran partida,
mis golpes de derecha,
mis reveses, mis boleas,
hasta mis saques directos;
todo discurría perfecto.
Aquella partida estaba ganada,
después de tanto tiempo de paro,
había conseguido un nivel muy alto.
Me entró un rayo de sol por la
ventana;
Y aunque en una mano tenía la
raqueta
y en la otra la pelota
pronto me di cuenta que me faltaba la
muleta
y no me quedaban manos que la sujetaran.
Abrí
los ojos decepcionado
Y comprobé con gran tristeza
que aquel partido extraordinario
sólo había sido un bonito sueño en mi
cabeza.
Elda 24-11-2017
Jesús Gandía Núñez
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