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Lamentos y tristezas
Ayer día de triste lamentos.
Atrás quedaron cánticos y alegrías,
emociones y sentimientos.
Ya no se escuchan els segadors y l'estaca.
Se ha difuminado ese espiritual manto
que cubría de espesa niebla
la visión de lo que les esperaba.
Ahora un abismo insondable
se abre, más profundo si cabe,
en la convivencia catalana.
No somos meros espectadores
los que asistimos desde fuera
a tanto desencanto.
Sufrimos las lágrimas sinceras
por todos los que, con mentiras,
y falsas promesas han sido
emocionalmente engañados.
Todos los dirigentes
eran sabedores
de lo que ocurriría.
Ya sólo les resta hacerse víctimas,
de una bonita fantasía
dibujada en muchas retinas,
y que por prepotencia asumida
pagarán los dirigentes y sus familias.
Elda 3 de noviembre de 2017
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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