La noche y el nido

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La noche y el nido

Me abruma la noche oscura;

las tinieblas  me intimidan,

pero toda la frescura

de unos polluelos

que al pie de mi ventana anidan,

son el impasse que me da vida.

Cierro los ojos con presteza,

 para que no me atemorice la noche,

y escucho sólo los trinos

que los pajarillos gorjean.

Ellos disimulan sus miedos

armonizando canciones;

y a mí me sorprende

que con tan corta vida

puedan ser tan alegres.

Ya se evaporó el terror a la noche;

ya se levantó  la bruma

y es que ese continuo trinar

disipó mis últimas dudas.

Cantad pajarillos cantad,

cantad a vuestra madre,

que ella sabrá proveer

todas vuestras necesidades.

Yo soy la oscura noche que atemoriza

y tú el lánguido nido que la suaviza.

Elda 23 de Noviembre de 2017

Jesús Gandía Núñez

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