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EN LA ASOCIACIÓN, A LA HORA DEL ANGELUS
En otros tiempos a las 12 sonaba el “Angelus"
y aunque los jubilados de
aquella mesa
habían convivido muchos años
con el sonido pacífico de las
doce;
ahora en la radio solo repetían
“es mediodía”.
Y es que la vida evoluciona y
cambia,
unas veces nos dicen que el
jamón es bueno
y al año siguiente que tiene
mucha grasa.
Así que nada es definitivo, todo
depende de intereses.
Pero los jubilados ajenos al
sonido de la radio
solo memorizan las fichas sobre
la mesa
y los más espabilados adivinan
las que faltan
y preparan su jugada maestra
para ganar la partida.
Pero llega un abuelo después del
mediodía
y espera que alguien se levante
y le deje su silla
y nadie está dispuesto a retirarse;
todos desean apurar al máximo la
mañana.
El nuevo se desespera y empieza
a meter baza
y a reprochar alguna mala
jugada;
hasta que consigue tensar la
cuerda
y uno no aguanta más y lo manda a
la m…..
Y aunque hubiera sonado el “Angelus”
no habría conseguido poner pausa;
porque discuten a voz en grito y se enzarzan.
Al nuevo le recriminan por bocazas
y este se disculpa de mala
manera
diciendo que apenas había dicho
nada.
El enfadado sale por la puerta
con el morro de un cochino en
la matanza,
y el resto de la mesa en
solidaridad,
da la partida por terminada.
Y esto siempre ha pasado, con “Angelus”
o dando las doce del mediodía,
que la raza humana… se dispara a la mínima.
Elda 15 Enero 2020 – Jesús Gandía Núñez
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