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LAS TRAMAS QUE NOS MANEJAN
Montado sobre mi ironía,
sugiero no tener en cuenta
los mensajes de política,
son simple publicidad y mentiras.
Quizás no sean ellos los culpables
y son sus asesores los que los incitan;
pero ellos aceptan de buen grado
los discursos que nos llevan a engaño.
De vez en cuando nos endulzan la boca
con una pequeña píldora dulce del 0,9 ó del 0.25
que enseguida se deshace en la boca,
o en el recibo de las eléctricas.
Otras veces nos desvían la atención
a una manifestación de poca monta,
para que hagamos uso del derecho a protesta
y de la libertad de expresión conseguida.
Somos un rebaño confinado en granja de fantasía,
ni siquiera tenemos derecho a pastar en la pradera.
Algunos estamos recluidos entre cemento y asfalto,
y otros agonizando en vacíos pueblos que dan pena.
Aunque vociferemos alto, damos poca guerra,
nos vapulean y nos mangonean,
y siempre pagan los platos rotos
los pobres y los viejos desamparados.
En tanto, los políticos van inflando su patrimonio
defecan sobre nuestra ignorante tibieza;
y por eso todo huele, antes o después a corruptela.
Elda 28 Enero 2020
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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