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VERTIENDO
LÁGRIMAS
Llevo
un dolor en silencio,
que
me corroe el alma,
no
encuentro la manera
de
extraerlo de mi memoria.
Durante
todo el día me daña,
no
entiendo el proceder
del
injusto destino,
ni
de quien lo causa.
Voy
sonámbulo e incrédulo,
pensando
que no puede ser cierto,
que
sin comerlo ni beberlo
se
nos rompa la vida.
Cruzamos
un camino de espinas
con
los pies de puntillas
sin
saber si pisamos bonanza
o
nos devorarán las polillas.
No
hay que temer a los miedos,
pero
cuando se instala el dolor “okupa”,
entonces,
solo queda la esperanza
y
llorar a lágrima viva.
Elda
12 octubre 2022
Jesús
Gandía Núñez
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