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LA
HUERTA SE MUERE
Mientras
en las ciudades cunde el pánico,
y
las colas se suceden en supermercados;
en
las pequeñas huertas, de los campos,
se está perdiendo el trabajo realizado.
Solo
se autoriza cuidar las grandes fincas,
las
que les trabajan a los terratenientes;
las
pequeñas parcelas de las que subsisten
familias
humildes, esas se han abandonado.
No
se permite ningún desplazamiento
para
recoger el producto cultivado ¡Lástima de habas!
Y
todo lo que se está estropeando en el campo,
además
de los frutales que se están secando.
Ya
sé que todo esto es, una minucia,
ante
el horror en los hospitales y su descalabro,
que
el verdadero sufrimiento es el de sus familias
y por desgracia no está en nuestras manos remediarlo.
y por desgracia no está en nuestras manos remediarlo.
Pero
insisto, en que se debía permitir recoger la cosecha,
para
que se pueda consumir y no se pierda.
No
creo que estemos tan sobrados,
y dejar que la siembra, se la coma la tierra.
Elda
11 Abril 2020
Jesús
Gandía Núñez
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