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NO
ME MUEVO DE LA TERRAZA
Sigo
sumido en el verdor de la terraza,
con
los montes eclipsados en la lejanía,
por
el fuerte aroma de las plantas,
y
mi vista, seguramente por miedo,
no
las traspasa, solo de ellas se empapa
y
se queda conmigo encerrada en casa,
disfrutando
de la exuberante belleza
y
el subidón que les otorga la primavera.
Compiten
lirios, geranios, rosas y azucenas,
por
ser su emblema y la más bella de la terraza.
Ellas
son la mejor medicina para esta tristeza,
y
me recuerdan que el mes de Abril es alegría
porque
todo se llena de vida nueva.
El
galán de noche se eleva hasta las estrellas,
los
pinos no crecen más por falta de tierra,
pero
las enredaderas colonizan paredes y verjas
y
se alejan descaradas como el adolescente
que
pide libertad cuando aún se le niega.
Yo
me quedo en la terraza, con mis macetas,
pero
siempre soñando con mis montañas.
Elda
17 Abril 2020
Jesús
Gandía Núñez
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