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EL JOVEN MILANO
Voló el Milano a una rama más
alta,
pensando en la panorámica tan
bella
que tendría desde allá arriba,
y no se equivocó el joven
milano:
divisó al corzo, que comía en
la pradera,
a unos jabatos, que seguían a
su madre,
a la garza sobre la gran charca
y preciosas flores de la
primavera.
Pero sin darse cuenta
quedó también el milano al
descubierto
y antes de que se hiciera cargo
del panorama
una gran águila, atenta, se
lanzó al ataque.
No dio tiempo al joven milano
a huir volando,
y apresado por las fuertes
garras
dio su vida por perdida.
Ni un solo instante de la
existencia
debemos bajar la guardia,
pues siempre estará atenta la
codicia
para apoderarse de la
ignorancia.
Elda 15 Mayo 2020
Jesús Gandía Núñez
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