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LA MOZA QUE MÁS BRILLA EN PLAYA DE CANET
Sale a pasear, con notorio afán la
moza,
por la larga playa, con su esbelta
melena,
la balancea igual que su hermosura,
y se mueve al compás de las olas...
como una ligera gacela.
La tarde recobró su alegría,
cuando ella irrumpió en la calle,
y cesó la lluvia fina
y sonó el trino de las aves;
el mar recobró su azul más firme,
la arena notó el abrazo de la brisa
y juntas revolotearon para saludar a
María.
Se vuelven a mirarla jóvenes y
mayores
porque es un gozo su armonía;
se abren ventanas y balcones
y se oye un susurro ¡Por ahí va
María!
Lleva su inocente sonrisa,
entona un dulce canto que hechiza,
imita al ruiseñor de la arboleda,
y consigue que desaparezca la
tristeza.
María, como hermosa flor perfumada
reparte gestos amables con su aroma,
ayuda a la anciana que cruza la calle
y la acompaña cogida del brazo hasta
su puerta.
¡No necesita el barrio farolas!
¡Basta con la luz de su energía!
¡No hay ventanas cerradas ni
cortinas!
¡Porque se perdería, desaprovechado,
el magnetismo que emana de María!
Elda 27 Mayo 2020
Jesús Gandía Núñez
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