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Emergen con solicitud mis
emociones
el día que el sol resplandece
en la campiña
y todos mis poros respiran
alegría.
Refleja el brillo del rocío en
la mañana,
se pone en marcha la asombrosa
fauna
y es mi mirada mucho más
objetiva.
Comparto sin recato mis
apetencias,
y solicito a la naturaleza
audiencia
para agradecerle su actitud
desprendida.
El pecho se me inflama de
optimismo,
mi paso de tortuga se aligera
y hasta camino más seguro de mi
mismo.
Danos sol una dosis diaria de
alegría
y funde con tu calor a los que
nos torturan,
o absórbelos a tu fragua, para
ver como se queman.
Elda 15 Noviembre 2020
Jesús Gandía Núñez
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