1368
MEDIADOS DE NOVIEMBRE Y SIESTA EN LA TERRAZA
Después de una suculenta
comida,
y tumbado en el balancín de la
terraza,
he sucumbido a una siesta
reponedora
a la que no le puedo poner ninguna
falta.
A la sombra de la chimenea
y al calor tímido del sol que
asoma,
alardean pajarillos y mariposas
con la libertad de que nadie les
amenaza.
Da la tarde para disfrutar del
cielo,
ver como las nubes se
desfiguran
y se convierten en un rebaño de
borregos
que por un instante pacen, sin acoso de dueño.
Plácido descanso, rodeado de
macetas,
con el verde intenso que me
muestran,
y el aroma a jazmín que me
adormece
en un fantástico y breve sueño.
Sueño ligero, de solo media
hora,
que santifica la digestión
costosa,
de unos gazpachos de chuparse
los dedos.
De fondo, el ruido del trajinar
diario,
dulcificado por el zumbido de
las abejas
con su constante y meloso
aleteo
que ameniza mi sobremesa con su
concierto.
Elda 16 Noviembre 2020
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario