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SUEÑOS DE TERCIOPELO
Se extendió la generosidad por
el Planeta
se llenaron de gozo y abrazos
las familias
y de nuevo fuimos capaces de
mirarnos a la cara.
El reencuentro con los amigos
fue todo un lujo,
se prodigaron besos, antes
virtuales o furtivos,
y la sonrisa volvió a iluminar
nuestras caras.
Hasta la climatología se
despejó de borrascas
y un anticiclón de terciopelo
cubrió los cielos
de un color azul que irradiaba
esperanza.
Se inició de nuevo la
convivencia perdida,
regresaron las visitas y los eventos,
y el cine, el teatro y los
museos
sacaron la alfombra roja, del
desván de los recuerdos.
Se abrieron las puertas de
todos los comercios,
por fin respiraron los
restauradores
y se dieron al buen yantar los
aficionados a la buena cocina.
Se escucha un ladrido continuo
y me despierto…
y se rompe el precioso sueño de
aquellas cosas,
que antes teníamos, y que no le
dábamos aprecio
Elda 3 Noviembre 2020
Jesús Gandía Núñez
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