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EL MAGO MERLÍN
No es un cuento, es pura magia:
como bien sabéis, los magos
todo lo hacen a lo grande,
Cuando comen, comen mucho,
Cuando beben lo hacen a cántaros.
Pues bien, el mago Merlín
estaba en su cabaña del bosque
tumbado en su camastro,
con un largo sueño-letargo
que ya duraba casi un año.
En eso que se coló un ruiseñor
por la entreabierta ventana
y se puso a cantar como un loco,
hasta que logró que el mago despertara.
Entonces le fue contando al mago
todo lo del “bichito” y sus maldades.
El mago se puso en pie y muy serio
le dijo al ruiseñor que no se preocupara,
y salió por la puerta con su varita mágica.
Viendo que estábamos a mediados del otoño,
cubrió con nieve las grandes montañas
y a continuación dijo unas palabras mágicas…..
Todo el bosque y las ciudades se cubrieron de niebla
y mandó al sol que la disipara.
A partir de entonces proclamó a fuertes voces
que ya se podían juntar las familias,
que los amigos podían venir a casa,
que se acabó prohibir besos y abrazos
y que no había lugar para la tristeza.
Se empezaron a oír gritos de alegría,
resonaron los besos en estampida,
los niños jugaban cogidos de la mano
y se llenó el mundo de abrazos.
El ruiseñor lleno de gozo
le dio las gracias al mago
y le insinuó que por el bien de los humanos,
no durmiera tanto.
Y así acabó Merlín el mago,
con aquel “bichito" inhumano
que tantas tragedias trajo
mientras él, dormía plácido en su camastro.
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