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HAY UN CLARITO EN EL CIELO
Caminamos por un
profundo bosque
lleno de difíciles
obstáculos,
pero entre árbol y
árbol se ve un trocito de cielo
que es la dulce
ventana a la esperanza.
Las amenazas que
nos perturban,
caerán rendidas
ante la ciencia y los sabios;
de nuevo la luz
iluminará nuestro sendero,
ahora cubierto de
enmohecidas hojas.
Encontraremos el
camino correcto,
y abandonaremos el
laberinto negro,
que nos tiene
esclavizados a la sombra,
haciéndonos
reflexiones sin respuestas.
Por fin volverán
las emociones,
las sorpresas y
las alegrías,
por fin veremos la
luz clara y limpia
en los llorosos
ojos de nuestras familias.
Y aunque todo esto
es sólo un deseo,
con el tesón de
todos lo conseguiremos,
pero hay que empezar
por no bajar la guardia
y pelear con las
armas que tenemos:
la higiene, las
mascarillas y la distancia.
Elda 23 Noviembre
2020
Jesús Gandía Núñez
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