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RITMO TREPIDANTE
Se encadenan los
sucesos,
sin apenas darnos
cuenta,
y en el túnel del
tiempo,
se cuecen tan
deprisa,
que en un plis,
plas pasamos
de la tristeza a
la alegría.
Pero a estas
alturas de la vida,
son más
frecuentes las primeras,
ésas nos pillan
alicaídos y sin fuerzas,
a expensas del
destino.
y aunque no nos
rendimos,
sentimos con
impotencia,
como nos aplasta
su rueda,
sin darnos un
minuto de tregua.
La edad no
perdona,
por eso…
la vejez se rodea
de fantasías
que no atienden a
realidades
y solo subsisten
en nuestra cabeza.
5 Agosto 2021
Jesús Gandía
Núñez
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