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A PESAR DE QUE EL TIEMPO VUELA
Sigue el tiempo avanzando cruel
e inexorable;
vuelven a lucir las bolitas
doradas en el parque,
y a despojarse los árboles de
su verde manto.
Nada puede detener al presente ¡pasa
volando!.
Pero cuando voy viendo que se acerca
el final del camino,
siento una complacencia grande
por lo conseguido;
dando por olvidado, todo lo que
quedó pendiente
a través de los años, en este
largo y difícil recorrido.
Procuro disfrutar las máximas
horas cada día
de la lectura y la escritura
que me entusiasman.
Sobre todo la escritura que
llena mis ausencias.
Ausencias de mi deporte
favorito, el tenis,
de mis aventuras montañeras,
que ahora son reducidas;
de la compañía de tantos años
de mis amigos tenistas
y del contacto con el grupo de
montaña del Centro Excursionista.
Pues todo eso, sí amigos, ahora
lo llenan la escritura y la poesía.
Elda 25 Octubre 2019
Jesús Gandía Núñez
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