920
EL DISFRAZ DEL DIABLO
Conocía al personaje de cerca,
al que por cruel, odio más que
a la parca,
todavía no sé como evitarlo
porque aparece de la nada.
No hay enfermedad más amarga.
Se introduce en el cerebro
sin llamar a la puerta
y allí monta su morada.
Es un pura sangre, un potro salvaje
que descabalga al mejor jinete,
lo hunde en el lodo y el barro,
y desequilibra su cabeza con los cascos.
Comienza con un pequeño olvido,
que se vuelve un consentido,
continúa con una falta de
confianza
y un no saber que te pasa.
Y poco a poco se convierte en
tu mayor enemigo.
Intentas hacer que desaparezca,
luchas para no verte convertido
en un zombi que gira dando
vueltas.
Pero ¡Ay amigos! No existe
esperanza;
el Alzheimer es el Todopoderoso
de una vejez prematura
y no tiene piedad de sus
elegidos.
Ahora le estoy viendo las
garras,
lo tengo otra vez cerca de
casa;
espero equivocarme por
completo,
pues solo de pensarlo… se me
encoge el alma.
Pero muchas son las huellas
que va dejando el cruel bicho;
para que ese disfraz que se cuelga
no sea... el del mismo diablo.
Elda 11 Octubre 2019
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario