CAMBIO DE ESTACIÓN

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CAMBIO DE ESTACIÓN (Relato referente a Septiembre)

Septiembre, pone orden en nuestros desvaríos del verano. Una forma suave y benigna para que cuando llegue el invierno, no nos sepa tan amargo.

No solo sopla un molesto viento, que nos hace torpes, también lo notamos en nuestras costumbres diarias; en el rocío de las mañanas, en los campos que comienzan a perder su color árido y hasta en los niños, que ven con nerviosismo las clases tan cercanas.

Acostumbrado a los luminosos y largos días veraniegos, me hayo afectado por la restricción de mis escarceos, que solo puedo llevar a cabo por las mañanas  y eso me saca de quicio. Parece como si alguien se empeñara en acortarme la parte lúdica de mi vida.

Espero que pronto pueda adaptarme a este radical cambio. Tendré que olvidarme del pantalón corto, las gafas de sol y las chanclas. Porque cada día que pasa, bajan las temperaturas algún grado.

He tenido que pasar la ITV sanitaria, que hace tres meses que tenía abandonada. Me pone a caldo la Doctora, porque mi peso ha aumentado y la tensión está muy alta. Parece ser que los reconfortantes helados, han hecho de las suyas. Me excuso con la típica frase de que “como estaba en la playa andaba descontrolado".

Metido en vereda por el inquisidor Septiembre y la Doctora, me he tenido que subir al tren de la moderación y la rutina diaria. Eso sí, gruñendo por haber perdido muchos momentos de libertad y gloria que el desorden veraniego sí me consentía.

Elda 12 Marzo 2020

Jesús Gandía Núñez

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