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EL NIÑO VOLADOR (Cuento infantil)
Víctor era un niño con una
imaginación extraordinaria. Vivía con su hermana, aún bebé, y sus padres en una
granja a las afueras de un pueblo de montaña donde sólo se escuchaba el balar
de las ovejas o los cencerros de las vacas.
Acababa de cumplir doce años y
su cabeza siempre estaba inventando. Como en invierno la nieve duraba muchos
días, él se había construido un pequeño trineo para bajar a la escuela del
pueblo. Eso significaba ahorrarle a su madre un viaje con el coche para
llevarlo a primera hora a clase, y así tan solo debía recogerlo al salir al
mediodía.
Por las tardes le gustaba ir
acompañado de su perro “Clos" al monte, en busca de su padre, regresando
con él y el ganado hasta los corrales. Esa magnífica costumbre le hizo conocer
palmo a palmo el monte y aprender mucho de los animales. Otra de sus aficiones
era llegar a la cima del monte por donde pastaba el ganado. Desde allí arriba,
contemplaba con satisfacción todo el Valle, y cuando cerraba los ojos imaginaba
ser un águila que volaba libre suspendida por sus alas.
Y así un día y otro, siempre
con la misma idea volar…volar sobre el Valle. En una ocasión, tras cerrar los
ojos, se vio flotando en el aire; había extendido unas grandes alas y planeaba
junto a los cortados riscos que defendían la cima. Se mantuvo volando durante
una larga hora y llevaba al pequeño “Clos” en sus brazos. Buscó con las alas
una térmica que le devolviera a la cima y aterrizó limpiamente y sin
contratiempo alguno. Tanto “Clos" como Víctor abrieron unos ojos como
compuertas con la alegría inmensa del deseo conseguido. “Clos”correteaba
contento por pisar de nuevo tierra, o eso supuso Víctor, porque él se levantó,
junto a su cayado, de una maravillosa siesta.
Elda 11 Enero 2021
Jesús Gandía Núñez
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