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ÚLTIMO SERVICIO
Hace tiempo que
murió el árbol
pero su magnífico
tronco diseminado
en pequeños
trozos, arde en la chimenea
un día muy frío de
invierno.
Parece que tenga
vida, cruje y se lamenta,
como alma perdida
en el infierno,
y dando sus
últimos estertores
nos calienta
cuando el sol declina.
Quién te iba a
decir a ti árbol añejo,
que después de
tantos años seco,
tendrías ocasión
de ser de provecho,
en este hogar que
ha sido tu cementerio.
Solo tus cenizas
quedarán de grato recuerdo,
de una simple
tarde de Enero,
donde
proporcionaste calor y gozo
a unos viejos
necesitados de aliento.
Elda 4 Enero 2021
Jesús Gandía Núñez
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