Chuspamontes,CEEmontes

sábado, 12 de diciembre de 2015

Desidia

77

DESIDIA
Sí, 
desidia... es abandono,
es olvido eterno;
esa irresponsabilidad,
en la actualidad
es algo cotidiano.
Se me remueven las entrañas
cuando alguien plasma ideas,
a veces hasta buenas,
pero sin el seguimiento adecuado.
Y aún más coraje siento
cuando se realizan con dinero público
que tanto sacrificio cuesta ganarlo.
Esta tarde bajo las peñas del Trinitario,
le he visto llorar muy enfadado;
pasaron los tiempos, ya más de 15 años,
que viendo lo que a sus pies sembraban,
creyó que podría ser de un oasis el monarca.
Iluso Trinitario;
Que ahora contempla desengañado
un pinar, enano, cargado de gusanos y
diseminado entre matorrales y espartos.
Pinar necesitado de poda de experta mano
y sediento de agua 
porque el goteo ha sido expoliado.
Además de las dos fuentes secas
y los bancos de madera solitarios,
hasta el pequeño lago se alimenta
de las lágrimas del Trinitario.
Adusto y espectacular peñasco
que fuiste refugio antaño
de los humanos que por aquí pasaron
perdónanos por no saber comportarnos.
En la olvidado Pinar del Trinitario a 4 de diciembre de 2015
Jesús Gandía Núñez

Penya Badá

76


PENYA BADÁ


Rocas ignoradas,
mirador del Valle,
ventanal herido
que cruzas el roquedo
de saliente a poniente
y que en silencio
sufres y sangras.

Tú...
hendidura profunda,
que todo lo observas
desde esa posición elevada;
dado tu experiencia
de siglos infinita,
aconséjanos rauda.

Pues esta zozobra
entre humanos,
en pugna por el poder,
reventará tu grieta...
estallando todos
en mil pedazos.

Penya Badá 30 noviembre 2015
Jesús Gandía Núñez

Una mañana cualquiera

75



UNA MAÑANA CUALQUIERA


Solo al poner el pie en el suelo
en el barranco de la Almadraba
soplaba un fuerte viento
que las mejillas congelaba.

 Se me abrieron los poros
con la olor a humedad,
 espliego y albahaca.
Sí,… mis sentidos despertaban.

Dejamos la pista que llevaba a unas casas
alborotando a los perros que las cuidaban;
sin senda y por camino de cabra
llegamos al Perrió, refugio de montaña.

Allí todo era calma
el tímido sol ya acariciaba,  
ni siquiera el viento
se oía, ni molestaba.

Dejamos el Perrió por bucólica senda,
que entre nubes lenticulares
y un arco iris permanente,
nos llevó a Castellarets en media hora.

Bajamos al refugio de San Beranrdo
curioso y aseado,
por lo visto algunos montañeros
se preocupan de cuidarlo.

Tras unas fotos y unas frutas
regresamos al collado más cercano
por el que antes de ir al refugio
habíamos pasado;

y ya en la solana por sendero,
 erosionado y en tramos casi cortado,
disfrutamos del paisaje
que nos ofrece la mañana.

Omnipotente a nuestra izquierda
la impresionante Norte del Cid,
el Cid pequeño a nuestra derecha
y al frente el vergel de la Almadraba.

No ha sido un día cualquiera
ha sido una especial mañana,
donde el otoño luce su estampa,
y mil fragancias la montaña.

Elda 25 de noviembre de 2015
Jesús Gandía Núñez
Licencia de Creative Commons
Una mañana cualquiera is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.

Viajes en su retina


74

VIAJES EN SU RETINA



Era su primer viaje, con solo 13 años
partía de su pueblo alpujarreño
acompañada de su padre.

Eran tiempos de emigrantes
y ya se habían ido sus hermanos
unos años antes.

Habían apalabrado el viaje,
como se hacía por aquellos parajes;
con un personaje que se dedicaba
a menesteres tales.

Acordaron de palabra
lo que por llevarlos a Barcelona
les cobraba.

Viajaron toda la tarde,
 la noche y la mañana
y llegaron a Castelldefels
cuando la tarde se apagaba.

Ella veía el mar por vez primera,
y emocionada lo miraba encandilada…
 detuvo el coche el conductor, junto a la playa,
y les dijo que se bajaran que de allí no pasaba.

Por lo visto, se excusaba,
diciendo que a Barcelona no entraba
porque al ser ilegal lo multaban.

Discutían padre y personaje,
siendo testigo el mar,
de cómo la niña lloraba.

Su padre hombre astuto
de la Alpujarra
curado de espanto en mil batallas,
entre ellas, venir andando tras la guerra
desde Teruel hasta Cástaras,
                                       sentenciaba:

“no le puedo pagar
si no nos lleva hasta la casa,
pues es mi hijo el de la pasta,
yo no tengo ni cinco
así que usted tiene la palabra”.
Y mientras el conductor se lo pensaba
 la niña lloraba…
y entre lágrimas
suplicaba a su padre:
“padre páguele y que se vaya”

Y su padre con toda su cachaza le decía:
“no llores, que éste nos lleva a la casa”.
Y ya lo creo que los llevó.

Y cuando llegaron al destino
sacó su padre la billetera y le pagó,
diciéndole: “y ahora vaya usted con Dios
y nunca más se cruce en mi camino”.

Pasaron los meses y el padre,
activo hombre de huerta y campo,
se sintió en Barcelona desplazado.

Convenció a la niña
y regresaron a la bondad del olivo
 y al calor de la viña.

Pasó un poco tiempo
y volvió la niña a la carga:
padre, que en el colegio
ya muy poco aprendo.


Si regresamos a Barcelona
puedo ser de provecho
trabajando de día
y por la noche aprendiendo.

               Claudicó el padre y, para evitar que se repitiera                   el problema del anterior viaje,
se juntó con otro paisano y su familia
Y contrataron una furgoneta.


Viaje largo de nuevo
haciéndoseles eterno.
tarde, noche y día entero
tardaron en llegar a las afueras.

Y otra vez la misma cantinela:
"bájense todos que entrar a la ciudad no me dejan”.
el paisano y su familia se bajaron
y con todo el baluarte que llevaban
en Hospitalet tirados se quedaron.

Nuevamente discusión con el chófer
la niña teniendo la lección aprendida
sollozaba pero muy callada.

Y el padre al chófer le presentaba la aprendida papeleta
o nos lleva o no le pago pues no llevo una peseta”
y como no tuvo más remedio los llevó hasta la casa
donde sacando su billetera le pagó con las mismas palabras
vaya usted con Dios y nunca más se cruce en mi camino”.

Siguió el padre frustrado
trabajando en Barcelona
añorando Cástaras
sus tierras y su hacienda

Y sacó dos billetes para el tren Sevillano
explicando a la niña
que no le gustaba la Ciudad
y que volver era lo más sensato.

Si largo era el viaje por asfalto
larguísimo se les hizo en el tren
y cuando estaban llegando a Chinchilla
la niña le pidió a su padre algo de beber.

Le dijo su padre: “no te preocupes hija,
que en parar te compro un botijo con agua fresca”
y así lo hizo, bajó en la primera estación
y la niña lo perdió de vista.

Arrancó el tren y la niña lloraba
era de noche y su padre no llegaba,
 un matrimonio la consolaba
no llores niña que no pasa nada”

Pasó un rato interminable y largo
 y ella seguía llorando;
cuando un botijo se abría paso
por el pasillo abarrotado.

Gritó la niña y dio un gran salto
 ¡padre, padre!
fundiéndose en un gran abrazo,
entre alegre y acongojada.

Llegó el tren a Granada
haciendo trasbordo a la Alsina
que sin más problemas ni penas
los llevó hasta su morada.

    Mandó a la niña a estudiar a Granada             
 y a las monjas les pagaba,
con buenos higos y otras viandas.

Terminó sus estudios y la niña se hizo moza
confesando a su padre
que quería retornar a Barcelona,
tenía en su retina clavada
aquella mar azulada.


Eso al padre le hizo sangrar la herida
después de siete años viudo,
la niña era su única compañía.

Intentó convencerla con palabras,
pero la moza estaba decidida,
a forjarse una nueva vida.

Este viaje fue en autobús,
encareciendo el padre
al compañero de asiento
que la cuidara con esmero.

Así lo hizo el viajero
siendo atento en el trayecto
llegando a un acuerdo a su término.

Que mientras ella iba a por un taxi,
él la esperaba  ,
con las dos maletas en la parada.

Se subió al taxi y el taxista le preguntó
¿A dónde vamos?...se quedó en blanco
pues el taxista había dado una vuelta
y ella ya no sabía dónde se encontraba.

Nuevamente nervios y casi sollozos,
el taxista daba vueltas y la tranquilizaba,
pero ella sumamente apurada se desojaba…
hasta que vio aparecer las maletas en la calzada.

Tras sus últimos apuros,
llegó a casa de su hermana,
a emprender con ilusión
la nueva vida que soñaba.

Y estos son los recuerdos amargos
de una niña alpujarreña
que se enamoró del Mediterráneo.

Elda 23 de noviembre de 2015 - Jesús Gandía Núñez

Licencia de Creative Commons
Viajes en su retina is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.

Murmullo en las Murallas

73

MURMULLOS EN LAS MURALLAS


Bajo los sólidos muros 
del castillo de Petrer 
se oye un murmullo 
que no logro entender. 

Parecen cascos de caballos 
gritos de soldados 
choques de espadas y cimitarras 
todo un murmullo de denuncia 
y de quejido en sus murallas. 

Nos recuerdan encuentros y batallas 
donde nobles cristianos se enfrentaban 
a valientes seguidores de la media luna 
que cruzaron la mar que nos separaba 
invadiéndonos y sembrando su cultura. 

Una lucha de religiones embrutecida 
donde el que perdía, si salvaba la vida, 
era esclavo de su dignidad perdida. 

Ahora lejos de los muros del castillo 
son las malas noticias 
el murmullo continúo     
que intranquiliza nuestras vidas. 

En Siria, en Irak estallan bombas sin parar  
otra vez la religión divide a la humanidad 
Sirios, Iraquís y subsaharianos huyen de su país natal. 
cruzan otra vez la mar, 
dejando su familia y sus raíces atrás, 
muchos…pierden la vida al naufragar.

 

Los más afortunados al desembarcar 
miran al cielo dando gracias a Alá 
pero les queda mucho por peregrinar. 

Lampedusa, Ceuta,  o Turquía da igual 
todo serán trabas en su largo caminar. 
Europa teme esta invasión... sin poder luchar 
porque son refugiados que solo desean vivir en paz.  

Elda 13 noviembre de 2015

Jesús Gandía Núñez
Licencia de Creative Commons
Murmullos en las murallas is licensed under aCreative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.

Sin tí

72

SIN TI


No podría seguir viviendo
si me falta tu aliento.

Eres el sólido cimiento
que soporta mis sentimientos.

La fuente de la que bebo
cuando estoy sediento.

Mi barca sin ti en el timón
no llegaría a buen puerto.

Ni una brizna de amor te niego
sabiendo que eres el motor de mi ego.

No imagino todo lo recorrido
sin ti involucrada en el proyecto.

Por eso cuando miro tus lindos verdes ojos
sé por qué mi camino se ilumina con luceros.

Sin el cálido contacto de tu cuerpo
el mío se quedaría sin movimiento.

Sin tu franca carcajada
yo sería como una mortaja.

Tienes el poder de la constancia
virtud que a mí me falta.

Sin ti me convertiría…
en tronco de árbol seco.

Elda 23 de octubre de 2015
Jesús Gandía Núñez
Licencia de Creative Commons
Sin tí is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Inter

Versos sobre railes

71
Resultado de imagen de rieles de tren

VERSOS SOBRE RAILES


Voy subido en el tren de mi destino
recopilando versos en el recorrido.

Versos tristes y amargos
al apearse algún ser querido.

Versos románticos y apasionados
cuando mi corazón los ha sentido.

Versos tan cómicos como…
para reírme de mí mismo.

Versos a mis nietos y a mis hijos
Con todo mi cariño.

A la naturaleza, y la fragancia
que dejan el cantueso y el tomillo.

A los ríos y montañas
que ornamentan el camino.

Al mar, al sol y a la bella Alhambra
que tiene embrujada a Granada.

Llevo la mochila cargada
de versos que leo en cada parada.

Ellos son el alimento y la energía
que mueven mi tren cada jornada.

Elda 21 de octubre de 2015
Jesús Gandía Núñez








Licencia de Creative Commons
Versos sobre railes is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.