Chuspamontes,CEEmontes

viernes, 11 de diciembre de 2015

VOLVER A EMPEZAR

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    Volver a empezar
          (Vacaciones 2010 )

       No, estas no han sido unas vacaciones cualquiera, han ocurrido distintas circunstancias que las han hecho muy especiales.
        Eran mis primeras vacaciones de 15 días consecutivos, en mi vida había tenido más de 7 días seguidos de vacaciones y por fin lo había conseguido… nada menos que 15 días, estaba ilusionado.
       Como de costumbre ,ya tenía planificado aproximadamente como iba a repartir esos días, mitad a Pirineos y mitad con Conchi a las fiestas de su pueblo, Cástaras, en la Alpujarra Granaina.
       Hasta aquí todo perfecto, pero nunca sabemos el costo que a veces hay que pagar por unos días de vacaciones; total un simple y muy repetido desplazamiento a Pirineos, y a la vuelta al día siguiente ala Alpujarra y a los 7 días regreso a casa. Parece un pequeño pero muy gratificante esfuerzo comparado con todas las experiencias que vamos a vivir, pero….
      Este año ha sido el año de las incidencias, y estas me han dejado una profunda huella, seguramente que con el paso del tiempo lo iré olvidando o probablemente tendré que plantearme que este costo no estoy dispuesto a pagarlo y me tendré que regular una vez más en la vida, ya que en este caso hemos tenido una segunda oportunidad  que a otros se les ha negado.
       De ahí el “VOLVER A EMPEZAR” que hoy día 15 de agosto día de nuestro regreso a casa es como si empezáramos a vivir de nuevo.
        Circulábamos por la autovía a-92 por las proximidades de Baza, después de 2 horas y media de conducción, incluida mas de media hora de caravana por circular por un solo carril (por obras nada menos que en el mes de Agosto) y yo iba notando el cansancio y los ojos  se me querían cerrar, intente abrirlos al máximo hasta llegar a un área de servicio para descansar… NO LO HAGAIS NUNCA, ¡¡¡PARAD YA!!! aunque sea en la cuneta, NO LO DEJEIS PARA MÁS ADELANTE, ¡¡¡PUEDE SER MUY TARDE!!!; todo fue muy rápido, la emisora de la radio había desaparecido, Conchi había cerrado los ojos instantes antes para descansar y yo solo sentí un extraño ruido … abrí los ojos y ví como el coche había rebotado en los guardacarriles de la izquierda, yo circulaba por la derecha, y se enfilaba de frente hacia el guardacarril de la derecha. Mi reacción fue tan rápida como instintiva, golpe de volante para rectificar y el coche llegó a hacer algún extraño que conseguí regular , y en ese momento pasaron por mi cabeza todas las maravillosas cosas que por cerrar los ojos un instante nos podíamos haber perdido en esta vida, el querer a los nuestros, ayudarles, apoyarles, verlos crecer, escucharles, enfadarnos, gozar con ellos , divertirnos, acompañarlos en lo bueno y en lo malo, llorar , reir, sufrir y un sinfín de cosas que no estoy dispuesto a pagar a ningún costo.
       Vuelvo a repetir mi recomendación ,y yo espero que de ahora en adelante así lo haga, que al primer síntoma de sueño o cansancio conduciendo no nos lo pensemos PAREMOS INMEDIATAMENTE hasta que nos espabilemos, puede que no tengamos otra oportunidad.
        Como veis este incidente que no ha sido el único de estas vacaciones pero  sí ha sido la gota que ha colmado el vaso y me hace plantearme la vida con otro enfoque menos ambicioso.
         Pero empecemos por nuestro primer 3000 en Pirineos, El Robiñera en teoría un fácil 3000 para el nivel que todavía creemos podemos desarrollar . Ascendemos por unos pronunciados herberos hasta el collado de Las Puertas y aunque el día esta completamente cerrado por la niebla conseguimos adivinar la senda que se dirige hasta la cumbre, a la cual llegamos casi a tientas.
       Intento hacerme el remolón en la cumbre por ver si en algún momento despeja en la cumbre y puedo hacer algunas fotos, pero no consigo más que desesperar a mis compañeros, así que descendemos rápidos, aunque creo que con precaución, pero en un momento dado Paco que en ese momento se encuentra en última posición tropieza o resbala y nos adelanta dando vueltas contra las piedras y las rocas ya fuera de la senda. La caída no se terminaba, a pesar de que hubo  un momento que parecía que se iba a detener, no fue así y continuó rodando todavía unos metros más abajo.              Despavoridos mirábamos con asombro como giraba y giraba sin parar y no podíamos hacer nada por él pues se deslizaba por la vertical.
     Por fin pudo detenerse y nos acercamos hasta él para ayudarle, pero por suerte esta vez y a pesar de las vueltas que dio, no había sufrido ningún daño importante, solo unos rasguños, pero interiormente nos dimos cuenta de lo insignificantes que somos y de que manera tan tonta nos puede cambiar la vida.
        Continuamos el descenso y cerca del collado de las puertas propuse subir a los lagos de La Munia que desde la cumbre no pudimos ver por culpa  de la niebla. Aceptaron Paco y Toni y Clemente nos esperó en el cruce entre la subida al Robiñera y el collado de Las Puertas, pero la hora que alargamos con esta subida fue la culpable de que el último recorrido hasta el coche, unos dos kilómetros, los transitáramos bajo una intensa y espectacular tormenta de agua viento y granizo de un tamaño tal que nos golpeaba ferozmente desde la cabeza hasta los pies y apenas nos permitía avanzar por la pista que se había convertido en un bravo río.
      Después de esa interminable hora pudimos llegar a una cabaña de pastores que había junto al coche donde nos refugiamos para quitarnos las ropas mojadas y secarnos un poco.
        Bueno pues eso no es todo, el segundo día nuestra meta fue el Punta de las Olas , otro 3000 justito de metros pero largísimo y ya con ciertas dificultades.
         Dos días antes nos habíamos acercado desde el refugio de Ronatiza hasta el “pequeño río”,  que según el guarda tendríamos que atravesar descalzos , y realmente comprobamos que no eran mas que 3 ó 4 metros de agua su anchura, por lo tanto nos llevaríamos las chanclas y una toalla que dejaríamos en la orilla opuesta entre unos matorrales.
        Partimos a las 6 de la mañana, de noche, con frontales y cual fue nuestra sorpresa que por donde dos días antes caminábamos por las piedras hacia el pequeño río, ahora, después de la tormenta de ayer se había convertido en 4 ríos que no tuvimos más remedio que ir cruzando y cuando creíamos que ya no habría más ríos nos encontramos que el camino a seguir en este mañana oscura era una verdadera acequia, así que después de perder mas de media hora en atravesar todo este tinglado, dejamos las chanclas y la toalla entre unos matorrales y seguimos la senda. Cual fue nuestra sorpresa que otra charca nos impedía el paso y ahora ya íbamos con las botas, no nos quedó más remedio que cruzarla con un tronco haciendo equilibrios. Por fin la senda comenzó el ascenso del murallón del Collado de Añisclo.
        La subida fue lenta pero sin paradas y sobre todo con un inmenso cuidado en todas las trepadas ya que debido al granizo del día anterior todo resbalaba con mucha facilidad.
         El principio de esta subida atraviesa un espectacular bosque de hayas donde la oscuridad era absoluta. Había un par de hayas, supongo que habrán más, que  eran impresionantes, ni se sabe los cientos de años que tendrían. Todo ello amenizado con el cruce de vertiginosos  arroyos que  a nuestra vuelta habían menguado mucho en su caudal.
          Termina el bosque prácticamente al poco de pasar por el desvío a la Faixa Formosa, que por cierto estos días nos habían dicho que el agua se había llevado el puente que atravesaba la cascada y era poco menos que imposible seguir la ruta, así que después de la tormenta de ayer me imagino que ya no habrá quien pase.
          Llegamos  a la pequeña fuente, que nos hace detenernos, para saciar la sed que nos había provocado la fuerte subida hasta aquí.
          Por fin y no sin esfuerzo nos situamos en el Collado de Añisclo Paco Toni y yo, ya que Clemente con muy buen criterio optó por no acompañarnos para no retrasarnos dado la dureza de la larga jornada que nos esperaba.
          Antes de traspasar el collado les comento a mis compañeros que ahora comienza el “espectáculo”, y no es para menos, es este un lugar casi lunático, sino fuera por la hierba, pero ante nosotros tenemos los murallones que defienden La Punta de las Olas y la separan del famoso Cañón de Añisclo, verdaderamente impresionante.
         En el collado el GR11 se divide a la derecha por todo el cordón hasta encontrar el paso hacia el refugio de Goritz y por la izquierda, sur, desciende hasta las entrañas del desfiladero de Añisclo. Seguimos por nuestra derecha hasta enfilar la repisa que nos irá permitiendo cruzar todos los murallones  del Punta de las Olas .Pasamos por una cascada que nos duchó  obligatoriamente, y a continuación nos encontramos con la primera cadena de apoyo sobre una enorme laja lisa por la cual se deslizaba agua continuamente y la hacía muy resbaladiza. Gracias a la cadena subimos y sin mas contratiempos llegamos a otra placa lisa.
       Esta laja que solo tendría 4  ó 5  metros de longitud con un nevero en su parte alta  deslizaba agua congelada que se precipitaba al vacío por los murallones que llevábamos a nuestra izquierda. Casi sin pensármelo la crucé con paso firme y rápido sin contratiempos, pero me di cuenta de lo peligrosa que estaba por el agua congelada, así que me quedé al otro lado para apoyar con las manos a mis compañeros, Paco pasó sin problemas también con paso firme apoyándose en mi mano, pero  a Toni lo vi  con paso precavido y un tanto indeciso así que di un paso encima de la laja congelada y desde ahí le ofrecí mi mano y en ese momento que se agarró le resbalaron los pies y no tuve más remedio que dar un tirón fuerte para recuperarlo pues yo también me estaba ya resbalando.
          Otro gran susto más de estas vacaciones moviditas y que gracias a Dios hemos ido teniendo segundas oportunidades.
          Aunque a continuación pasamos un par de cadenas más todo nos pareció sencillo después de este último incidente.
          Por fin la vertiginosa repisa por la que nos desplazábamos giró hacia el punto donde rompía el contrafuerte que nos impedía ascender al Punta  de las Olas y por una sencilla medio chimenea trepamos en busca de la  larga senda por cascajo que nos llevaría hasta la arista , donde pudimos observar los estupendos vivacs que existen. Por fin después de la trepada al último murallón conseguimos llegar a la cumbre del Punta de Las Olas.
        Desde la solitaria e inhóspita cumbre te sientes otra vez insignificante observando todo lo que nos rodea Sound de Ramon, Perdido, los Baudrimomt, espalda de Espardets y todos allí a nuestro alcance, pero nuestras fuerzas,sobre todo pensando lo que nos quedaba para volver al refugio Ronatiza, no daban más de sí, por lo cual nos alimentamos rápidamente y para abajo.
       Al llegar a la cresta casi nos complicamos intentando descender por una, en principio aceptable senda, que al llegar al primer escalón se precipitaba por un inclinadísimo nevero que nos podría acortar la vuelta, pero cuando nos acercamos unos metros vimos con claridad que aunque diéramos más vuelta y tuviéramos que volver a pasar por la inclinada laja del nevero, era mejor opción que arriesgarnos por este delicadísimo nevero que además no teníamos muy claro si más abajo nos podía crear más problemas .
       Volvimos a descender el pedregal y la chimenea, ahora de bajada, y llegamos otra vez al GR11 y a las cadenas que pasamos sin pena ni gloria y otra vez estábamos delante de la laja del nevero. Paco apuntó que había huellas de gente que había pasado por encima del inclinado nevero, pero yo ya estaba metido en medio de la placa esperando para  ayudar a Toni, el cual fue objetivo y siguió a Paco por encima del nevero y al final todos cruzamos sin más contratiempo.
      Sin más incidentes y a buen ritmo llegamos al collado de Añisclo, es este un paso obligado para todos los montañeros que vienen o van de Goriz a Pineta ,vengan por el GR11 o por la variante del cañón de Añisclo, por lo tanto siempre esta bastante concurrido, además muchos montañeros hacen vivac por estas alturas para no alargar tanto la jornada.
       Seguimos descendiendo del collado y yo marco un paso un tanto largo a fin de que no se nos haga tarde para llegar a tiempo a cenar al refugio, pues de la manera más tonta hago un mal apoyo del pié derecho y al desequilibrarme con el peso de la mochila caigo fuera de la senda hacia la parte mas inclinada de la ladera y tras algunas vueltas y golpes durante los cuales intento aferrarme al suelo y la hierba , al fin ,y en un segundo intento consigo arañando la tierra y rasgando la hierba pararme.
        Durante unos breves segundos hice recuento de todos mis huesos y aunque los golpes fueron muchos, por lo visto solo eran leves y a pesar de que mis uñas estaban destrozadas y mis manos sangrando de magulladuras, me incorporé y solo note un par de golpes más importantes, uno en el costado izquierdo y otro en  la molla izquierda del pompis, el cual me ocasionó posteriormente un gran morado que delataba este  fortuito accidente.
       Tembloroso pregunté a mis compañeros por mi bastón y después de recuperarlo,  Paco se puso delante con un paso más lento y precavido, pero más en consonancia con la dificultad de la bajada de este vertical collado y acorde al cansancio que ya íbamos acumulando tras tantas horas de marcha.
        El golpe en el costado me ha durado todas las vacaciones y quizás debería haber sido suficiente para que me parara a pensar en el tremendo costo que podía haber pagado en estas vacaciones, pero no ha sido así, ha tenido que existir el cuarto incidente en la A92 para que medite muy mucho este “VOLVER A EMPEZAR” quizás de otra manera menos exigente y poniendo más los pies en el suelo y no hacerlo todo a base de ilusión y corazón.
       Los días que siguieron  a los dos tres miles fueron más asequibles el primero visitamos el valle de Barrosa hasta su refugio y nos causó una grata impresión, un recorrido de hora y media para arriba y poco menos para abajo. Volveremos algún día a este valle con la intención de subir al collado que lo separa de Francia(Barroude).
   Hoy es nuestro último día de actividad en Pirineos, al menos por este verano y como ya andamos algo tocados y cansados, por unanimidad hemos aceptado la iniciativa de Clemente para subir a la Peña Montañesa ,  cumbre emblemática, que cada año cuando pasamos por Aínsa se queda en nuestra mente pendiente para otra ocasión y por fin le ha llegado su momento.
       Partimos de la senda que discurre antes de llegar a la ermita e San Victorian. Larguísima senda zigzagueante  que nos lleva hasta el gran collado donde , apreciamos que las fitas inician un descenso hacia el barranco cruzando algunos contrafuertes que nos impiden ver por donde se desarrolla la senda y a pesar que hemos empezado a descender volvemos sobre nuestros pasos en busca de alguna otra señal o fita que nos hubiéramos pasado. Y tanto buscar al final encontramos otras fitas que ascienden directamente por un vertical y pedregoso canalón hacia la cumbre de la decha. Optamos por esta última equivocadamente y con gran esfuerzo llegamos a esa cumbre. Desde arriba no se apreciaba cual de las dos cumbres era la mayor, pero nos sacó de dudas el mapa de Robert, holandés , que nos siguió hasta esta errónea cumbre y allí sacó su mapa y nos preguntó, que ¿A dónde habíamos subido? Y claro nos dimos cuenta que la cima principal era la otra(tenía14 metros más que esta) estábamos en la Tuca de la Peña Montañesa.
        Poco sorprendidos por el error que ya cuando subíamos augurábamos podía ocurrirnos, disfrutamos de la maravillosa panorámica que tanto esta cumbre como la más alta nos ofrecían, es una atalaya en medio del gran llano de la cuenca del Cinca sin apenas obstáculos hacia las grandes cumbres.
         Después de hacer algunas fotos y gesticular con nuestro  compañero holandés decidimos iniciar el descenso.
         Bajamos  con mucha precaución acompañados por Robert (marathoniano) fuerte pero que no se habría encontrado en muchas guisas como esta, así que tuvimos que indicarle que se juntara más a nosotros en el canalón  para que no nos fueran cayendo piedras que él con sus zapatillas de maratón iba deslizando provocándonos algún que otro susto.
                  Sin más contratiempos dimos por finalizada nuestro  recorrido por estas montañas por este año, aunque todavía nos quedaba el regreso hasta nuestra Elda querida que aunque nunca le damos importancia al viaje nada más que nos hubiéramos encontrado de frente a uno que hubiera dado una cabezada como a mi me ocurrió en Baza, habría acabado con todos nuestro sueños.
        Solo esta última reflexión es la que me ha movido a escribir todo lo que siento  en estos momentos y tengo la necesidad de gritar y no me cansaré de repetir ¡¡¡PARAR EL COCHE AL MENOR ATISBO DE SOMNOLECIA O CANSANCIO NO ESPEREIS AL SIGUIENTE CRUCE PARAR YA!!!!!, pues son pocas las ocasiones que tenemos la oportunidad de VOLVER A EMPEZAR.

        15 de Agosto de 2010 nada más llegar a casa.


PD: Todo no había acabado aquí, estábamos a finales de Septiembre ingresados en el Hospital de Elda tanto Toni como yo, él con un dolor en el estómago y yo con una piedra en el riñón. Y a pesar de que a primeros de Octubre salimos los dos del Hospital con el alta en la mano, allí nos dijimos adiós…, Toni ya no tuvo más oportunidades y fallecía una semana después, yo tuve más suerte que Toni y pude… VOLVER A EMPEZAR.
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